Acá les presento algunos Poemas del libro Textos, mi tercer libro, en donde el Intracreacionismo fluye…

R, CDR

“Lego, mi testamento Creacionista…”
Vicente Huidobro.

Se desgranan en mis manos las tentaciones mientras recibes la caricia,
y en ese acto tú fluyes y

las flores giran hacia ti mientras caminas desconcentrada,
la tierra abre sus ojos y los insectos toman posición y altura,
el aire decide que es tiempo de rozarte el pelo separado
y a lo lejos la luna grita por qué, por qué en este momento
desatas tu amor entre las palomas que te echan un vistazo,
y no es posible dice el mar cómo lo logra si está tan lejos

¿Estás ahí? Sí dice la hierba porque se ablanda ansiando tu rostro,
tu mano murmuran los árboles y recuerdan su pasado,
las nubes se desnudan al oír tu nombre húmedo y vivo
solamente porque respiras a su lado;

oye oye grita una casa, mírame a mí me pintaron de amarillo,
la naturaleza misma lucha por detener ese momento,
los caminantes dicen azul azul miren su sombra ¿quién la acompaña?
todo accede simplemente porque estás ahí,
eres la bandera del horizonte, rocío de las eras,
el mundo acaba en perfección cuando sonríes inocente…
Entonces
nadie más que yo te percibe pues eres
los sentidos del universo,
y en la actualidad sientes
lo que el amanecer murmura entre su lengua pajaril:

Así de intempestiva,
el rayo quiere señalarte pero disipas la luz desde tus ojos,
los tatuadores deliran porque eres su forma imaginada…

Te observo
porque sigues matutina mientras ocurres como la sombra ante el alba
y me dices como un bar estudiantil te amo has despertado en mí la naturaleza,
pero debo caminar porque soy quien iguala la balanza,
las cuncunas esperan mi pie para ordenar su morada…

Oh cómo puedo explicarte tragaluz del corazón
sin difamar tus dotes carnales que te hacen
iluminada como una fruta en el hambre humana;

si el miedo te busca es pues generas demasiadas cosas para él,
los peces están creciendo como yo, quieren llegar hasta tus labios,
te sonríes
no hay medalla que caiga en la voz que me entregas,
el arte misma te admira
eres
un conjunto de perdones
mientras la locura dice oh gracias a ella existo
porque nazco en las criaturas que ha dejado atrás…
No hay explicación
eres el cordón la luz eléctrica te debe su fundamento,

las pobres costureras se cuelgan a ti mirando a hurtadillas…

Así las cosas
manejas el orden de la felicidad,
silente como la arena entre el agua de la pleamar,
dejas atrás la muerte y haces saltar los peces como bufones,
eres
el malabar del ritmo,
culturas extinguidas siempre quisieron conocerte
porque tiemblas de placer en los finales;
eres una suerte de verano porque propagas la luz del día,
las pequeñas olas son el aplauso del mundo mientras sacas tus ropajes…

Eres
como el hombre detrás del bar haces
que todos busquen por ti la alegría que dejaron en la infancia;
los conquistadores habrían dejado en paz al mundo pues
eres el territorio más allá de las cosas mundanas…

Se reformula la historia,
no hay guerras
en el espacio que experiencias,
los existencialistas dicen que la vida no es
no te han visto como yo,
eres
una carrera para el organismo,
ciertas cosas no se alcanzan y tú
desciendes sobre la realidad
dejándolos con una retórica llena de guirnaldas…

Eres
el humo de la paz desconocida,
la esperanza que los suicidas muertos no llegaron a percibir,
preciosa ante mis ojos como una guitarra que rinde respeto
después de la fiesta, coronada de inocencia:
Una puerta abre el futuro
y tú dices nada importa ¿quién ha hecho mi ingenuidad?

Eres
una lámpara iluminas como una estrella
sin embargo nadie pudo verte hasta ahora:
Eres
la eternidad que gesticula,
tú solamente sabes lo que es el silencio
y la peripecia que sostiene su moldura…

Así te propagas,
vas dejando atrás
la cultura,
así anda la realidad,
a tu manera
eres una mariposa que se revuelca en el suelo
para mostrarle al mundo cómo eres de humana…

Estás acá te veo
eres
los fuegos artificiales que comienzan
en la cordillera de mi alma…

Valparaíso, 26 de noviembre de 2009.

La fealdad tiene sus derechos también

Por el área patrimonial de un Valparaíso
levantado de sí mismo por extranjeros (mmm… Lázaro porteño)
por sus calles antiguas y pisadas,
encanecida, parda,
una joven feamente avejentada por la velocidad,
famélica y parecida a la ignominia;
eternamente humillada
la perra parida en un edificio abandonado

-claro augurio-
va transcurriendo con ojos mendigos.
Sobre los adoquines
bajo su piel parecida a la tiña
un bulto acostumbrado a la patada
seca el frío de su noche larga.

Su costumbre de rascarse eternamente
es una historia más de la pérdida:
¡Que camine hacia atrás sería fenómeno
si no lo gritara el retroceso de sus genes…

Aunque quieran reivindicarla como amor
la perra con sus tetillas fracasadas
bajo el sol
es una muerte que todos compartimos:

Mas hay que atreverse a existir,
como las fieras.

Textos
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Textos, libro de poesía chilena