¿Qué viene después de que un poeta crea un mundo? La respuesta es: encontrar el sentido dentro de él. De esa simple pero profunda pregunta nace el Intracreacionismo. Si la vanguardia del Creacionismo se propuso crear nuevas realidades con el lenguaje, el Intracreacionismo da el siguiente paso: busca forjar una nueva concordancia y significado en el corazón de esa realidad ya creada.
No se trata de inventar un árbol, sino de entender el lenguaje secreto del árbol que tenemos en frente. Es una poesía que utiliza el lenguaje no para imponer un dogma, sino como una herramienta para revelar una comprensión propia y una fe personal, lógica y en armonía con la existencia. Es convertir el poema en un verdadero acto concordante.
Esto es solo el umbral. El Intracreacionismo se despliega en un manifiesto completo y en un ensayo que detalla sus cinco fases de desarrollo.
Si deseas explorar las raíces de esta propuesta, puedes leer el Manifiesto completo aquí.